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lunes, 29 de febrero de 2016

#YoTambiénSoyRara

Estamos rodeados de héroes, están entre nosotros, pero no los vemos. A veces necesitamos un héroe en nuestra vida y nos vamos al cine o lo buscamos en los libros. Los héroes son personas parecidas a nosotros, pero hacen cosas increíbles, se superan continuamente a sí mismos y tienen una capacidad extraordinaria para enfrentarse a la dureza de la realidad cotidiana. Por eso nos gustan tanto los héroes, por eso los héroes brillan con luz propia.

A pesar de esa luz, una característica de los héroes es que son discretos, no muestran sus poderes al resto de los mortales. Como hoy es un día especial, quiero dedicar esta entrada a los héroes que demuestran cada día sus poderes enfrentándose al bordillo de una acera no rebajado, a un edificio no adaptado, a un hogar que se ha convertido en una pista de obstáculos, o a la incomprensión o falta de solidaridad de los demás, y con frecuencia hacen todo esto cambiando un gesto de dolor por una sonrisa, que para eso son héroes.

La salud es eso que podemos definir cuando hemos dejado de tenerla. Hoy es el día Internacional de las Enfermedades Raras, ésas que afectan a una de cada 2.000 personas o menos. Tener una enfermedad rara significa que la genética te ha jugado una mala pasada y que las vías para solucionarlo se traducen en partidas presupuestarias nulas o escasas y recursos privados. La Administración suele dar una palmadita en la espalda que se traduce en cuidados paliativos y ayudas a la dependencia, pero lo que realmente necesitan estos enfermos y sus familiares no es esa compasiva palmadita, sino curarse y vivir. 

Y como son raros y rara vez reciben ayudas, para reunir fondos que impulsen la investigación y desarrollo de posibles tratamientos, terapias o herramientas ortopédicas que faciliten su integración, los afectados se organizan en asociaciones y posteriormente en fundaciones en las que se proporcionan apoyo, comparten información, contactan con investigadores y médicos y organizan eventos. Antes de eso han tenido que sufrir una peregrinación por distintos especialistas sanitarios hasta llegar al diagnóstico y además integrar dicho diagnóstico en su realidad familiar, social, laboral, etc. 
Logotipo Día Internacional de las Enfermedades Raras 

Existen unas 7000 enfermedades raras conocidas, hoy quiero hablaros de dos a cuya lucha contribuyo dentro de mis pobres posibilidades,  porque conozco a personas afectadas.

La A.M.E. o Atrofia Muscular Espinal, es una enfermedad neurodegenerativa en la que por carecer de una determinada proteína, las neuronas motoras se mueren progresivamente y los músculos asociados a ellas dejan de responder. Todas las funciones vitales se rigen por movimientos musculares. Los afectados se han unido en la fundación Fundame, constituida por padres en una carrera desesperada contra el tiempo. Están cerca de conseguir un tratamiento y para recaudar fondos organizan distintos eventos, desde una manifestación de peluches hasta la recogida de móviles usados.  Si quieres más información, la puedes encontrar en fundame.net .


Los peluches se manifiestan por sus dueños 

El Síndrome 5 p es una enfermedad causada por pérdida de material genético en el cromosoma 5. Sus consecuencias son retraso intelectual y en el desarrollo, así como déficits comunicativos, por lo que la integración de estos pacientes en la sociedad requiere de grandes dosis de estimulación. La Fundación Síndrome 5 p se creó con la idea inicial de proporcionar apoyo e información a las familias afectadas, pero también promover el interés de la comunidad científica por esta enfermedad, que no se estudia desde hace 50 años. Si quieres más información la puedes encontrar en http://fundacionsindrome5p.org.




Todo lo que he contado y mucho más convierte a los padres de estos pacientes diagnosticados normalmente en sus primeros años de vida en desesperados luchadores contra el tiempo y las múltiples dificultades, pero ¿qué mejor causa por la que luchar que tus hijos? 




Con esta entrada va mi homenaje y admiración a todos estos luchadores, familiares y enfermos. Quiero decirles que no están solos, y por eso durante este día voy a publicar en Twitter con el hashtag #YoTambiénSoyRara los aspectos de mi persona que me distinguen de los demás, mis "rarezas".  Os invito a que secundéis esta campaña para concienciar a las administraciones y a la sociedad de lo importante que es atender a la diversidad, porque sólo en esa diversidad es donde realmente estamos todos. 

domingo, 28 de febrero de 2016

Por la gloria de mi madre

Aunque mi madre es de Navarra tuvo a bien traerme a este mundo en la bonita ciudad de Málaga y criarme en un pueblo de la Sierra de Cádiz, así que soy andaluza por la gloria de mi madre. Ya he dicho otras veces en este blog que no soy nacionalista, pero un día al año me hierve la sangre de orgullo de ser de la misma tierra que vio nacer a Averroes, Lorca,  María Zambrano, o Sor Ángela de la Cruz, a la que por monja ahora le quieren quitar la calle, entre otros grandes. 
Andalucía eligió en referéndum constituirse en Comunidad Autónoma el 28 de febrero de 1980, yo entonces acababa de cumplir 8 años, nunca había salido de la recién estrenada Comunidad y me interesaban más los nuevos muñecos con aspecto de bebé que la política. Treinta y seis años después hemos sobrevivido a una Exposición Universal, varias crisis económicas, llegadas masivas de inmigrantes sin medios para atenderlos , gobiernos corruptos, fraudes de formación y un aumento del desempleo hasta un nivel incompatible con la vida. También al desarrollo de uno de los sistemas sanitarios más modernos del país, a la mejora de sus infraestructuras y la llegada de la universidad a las ocho provincias. 


Andalucía ha tenido a lo largo de su historia múltiples invasiones, tantas, que uno llega a pensar que es la tierra que cualquiera querría llevar por bandera, ¿qué pasa entonces con los andaluces? Por supuesto que sentimos orgullo de patria,pero como pueblo, nos falta autoconfianza. El duende y el buen café desaparecen al cruzar Despeñaperros. Hace unos días escribí sobre la autoestima pero, ¿puede tener todo un pueblo baja autoestima? Yo creo que sí.

Los andaluces somos gente tolerante, sociable, nos reímos hasta de nosotros mismos, estamos acostumbrados a compartir nuestra casa con todo el que llega y a veces parece que ese talante nuestro nos hace perder nuestra identidad de pueblo, o no defenderla debidamente cuando toca.

"Hola", "anda, eres andaluza, qué graciosa, di algo", éste es un inicio de conversación típico para un andaluz que vive fuera, como yo. Pero eso no es nada, sólo hay que ver un poco la tele para descubrir que el personaje gracioso de cualquier serie tiene acento andaluz, y preferentemente, cecea.  Obviamente he conocido muchos hablantes ceceantes enormemente cultos, pero da igual para el resto del mundo eres un paleto. Luego está el seseo, "es que habláis mal", me dicen muchas veces, y yo siempre contesto lo mismo "400 millones de seseantes no pueden estar equivocados". En fin, que nuestra falta de autoestima como pueblo empieza por el idioma, pero probablemente llegue mucho más lejos: nuestro estereotipo nos describe como holgazanes, juerguistas, divertidos, superficiales y despreocupados. Qué duro es vivir en cualquier otra parte de España y afrontar ese estereotipo cada día. Qué duro es ver que aún teniendo la ubicación estratégica, el entorno privilegiado, los recursos naturales, la creatividad, la inteligencia, el duende y la poesía, Andalucía pierde cada año grandes recursos humanos emigrados por causa de falta de oportunidades y ostenta un alto índice de desempleo y economía sumergida. 

Hoy 28 de febrero me gustaría invitar a todos los andaluces que me lean a recuperar el espíritu que unió a nuestros padres hace 36 años y que "sean por una Andalucía libre" y por un pueblo orgulloso de su identidad "España y la humanidad". 
Para los que quieran saber cómo empezó este sueño, les recomiendo la película "Una pasión singular", que cuenta con la ternura merecida, la vida de Blas Infante. Y para los que quieran profundizar en el lenguaje andaluz sin complejos, el blog de mi gran amigo Pepe, mejor periodista y magnífico andaluz  pepedelacuevaleon.blogspot.com .



jueves, 25 de febrero de 2016

No me toques los sillones

¡Creo en el señor Sánchez, él es mi salvador!

No es cierto, pero me da la impresión de que es lo que pretendía hoy Pedro Sánchez cuando ha dado su discurso con apariencia de rueda de prensa, en el que ha hecho un resumen del documento que describe cómo van a ser los próximos cuatro años para los españoles si su propuesta tiene el suficiente respaldo como para ser investido presidente, es decir, si el PP no vota en contra, mal que le pese. De todas las cosas maravillosas que ha contado hoy Sánchez, una de las que más me interesaba a mí, por puro cotilleo, era saber por qué la reunión definitiva con Rivera justamente había sido secreta, después del bombo que le habían dado a la transparencia de todas sus reuniones, pero eso no lo ha dicho.

Respecto a lo que va a hacer Sánchez cuando sea presidente, porque de eso a él no le cabe la menor duda, esto va a ser el país de las hadas: me recordaba a los anuncios de un conocido limpiahogar, en el que un fornido genio de la limpieza va pasando un algodoncito y reduce a la nada toda la suciedad de las paredes, baños, sanitarios, etc. ante la atónita mirada de distintas amas de casa. Me pregunto a qué publicista lumbreras se le ocurrió que el mito erótico de las amas de casa era un genio en paños menores, pero eso da casi para otra entrada.... Volviendo a España, limpia e inmaculada va a quedar de todos los recortes, la ley mordaza, la reforma laboral, la ley de Educación, el copago farmaceútico y un largo etcétera. 



Además de recordarme al genio de la limpieza, Sánchez me recordó a la película que justo vi anoche en el cine (dicho de paso, también va a bajar el I.V.A. cultural, ojalá sea verdad): Ave César. Os recomiendo esta visión del cine dentro del cine con el humor de los hermanos Cohen. El caso es que, en uno de los momentos mejores de la película, el protagonista, que es un empleado maltratado por la vorágine cinematográfica, reúne a cuatro jefes de las principales religiones del país, puesto que esstán grabando una versión de la vida de Cristo y quieren confirmar que a ningún creyente le va a resultar ofensiva. Sánchez también quería hoy agradar a todo el mundo, y yo, como soy muy desconfiada por naturaleza, rechazo a quien usa como estrategia el halago masivo.

Al margen de que yo no soy economista y no puedo decir si es posible borrar de un plumazo toda la gestión del anterior gobierno (que obviamente a mí no me gustaba) y seguir en pie cuatro años después, hay ciertos aspectos que me preocupan sobremanera. Uno de ellos es que Bruselas ha dejado claro hoy mismo cuáles son los plazos para presentar las reformas económicas en Europa, independientemente de la situación política de cada país, y en nuestro caso, sería en abril. Otro es la intención del investible declarada hoy de tener lista una nueva ley de educación en seis meses. A ver, no soy economista, pero tampoco tan tonta como para no saber sumar: supuesta investidura en marzo,más seis, septiembre. Pretende cocinar una nueva ley de educación en cuatro meses (agosto para descansar y julio para redactar los nuevos libros de texto) y se precia de que "por primera vez" va con el acuerdo de todos (no sé quiénes serán todos). Estas prisas me dan miedo y me resultan una ofensa para los que llevamos desde la E.G.B. pidiendo una reforma educativa consistente, consensuada, plural y coherente con la realidad actual del país. 

Sánchez ha dicho muchas cosas que me han agradado: la reducción de impuestos a los autónomos, la especial atención a las víctimas de la violencia de género, el pago de la seguridad social a quienes atienden a un familiar dependiente, la propuesta de una ley de muerte digna y de una ley de libertad religiosa, etc. Ha pensado hasta en las mascotas, proponiendo una ley contra el maltrato animal, tengo pendiente saber qué pasa con el maltrato a la infancia, sobre el que todavía no he oído pronunciarse a ningún político, será porque los perros guía entran en los colegios electorales y los niños, no necesariamente.

Cuando Don Limpio me tenía casi convencida y me dirigía al supermercado en busca del producto, se le ha visto el plumero, y nada menos que en tres ocasiones, como a San Pedro:

  •  Sin que nadie le pregunte, nos ha explicado por qué este acuerdo "no es de derechas".
  • Además de las anteriores razones, asegura que el acuerdo es "de izquierdas" porque propone como presidente del gobierno al candidato del Partido Socialista Obrero Español. Esto es como poner el nombre real del fabricante en el paquete de cereales de marca blanca para tranquilizar al consumidor.
  • Por último, a las primeras preguntas de la prensa, asegura que "no es un acuerdo de sillones, sino de decisiones", aludiendo a que Rivera ni pide ni descarta formar parte del gobierno futurible.  Me queda claro que Sánchez no quería que le tocaran los sillones.


miércoles, 24 de febrero de 2016

Quiérete mucho

Enhorabuena, si estás leyendo esto es que has sobrevivido a la vorágine comercial de San Valentín. Tranquilo, ya pasó. Yo no tengo nada en contra de que los comercios intenten obtener beneficios a cambio de vendernos felicidad (de hecho Coca-Cola lleva haciéndolo décadas y a nadie parece molestarle), sólo que me molesta tener que ser feliz, o estar enamorada, el día del año que me digan otros, rebeldía intrínseca. 

Ahora que volvemos a poder ser nosotros mismos hasta que dentro de diez días El Corte Inglés anuncie la llegada de la primavera mientras nos cagamos de frío, me gustaría hablar de autoestima, una palabra que se ha llegado a poner tan de moda en la psicología popular que normalmente ya es de uso generalizado en panaderías, mercados, parques, plazas públicas y hasta el bar de la esquina, pero como dice Federico Luppi en Martín Hache, "el mejor psicoanalista es un barman".

Es un tópico poner en la picota a los famosos, hasta existen programas de televisión dedicados a ello, aunque no se llamen La Picota, y tienen unos índices de audiencia altísimos. Suele decirse que cuando una persona tiene éxito es criticado fundamentalmente por envidia, lo que no se suele decir, es que esas personas que han alcanzado sus objetivos máximos en la vida, son muchas veces tan normales como las demás, es decir, tienen múltiples defectos que parecen sorprender al público de a pie: nos gusta tanto ese cantante que no aceptamos que tenga esa nariz tan fea, esa actriz ha hecho un papel tan maravilloso que no entendemos que maltrate públicamente a su ex marido, esa modelo tan guapa por qué no habla nunca con la prensa...Nuestras abuelas, que eran mucho mejores psicoanalistas que cualquier barman, tenían la respuesta a estas disquisiciones, cuando decían que "nadie es perfecto".

Cuando nos decepcionamos por esos pequeños defectos o vulgaridades de estos personajes a los que admiramos, estamos siendo víctimas de lo que en psicología se llama el efecto Halo, que no es más que generalizar la admiración que sentimos por una característica positiva a la totalidad del individuo, llegando al punto de exigencia, es decir, les pedimos que sean perfectos en todo. Obviamente esto no es posible, ya lo decían nuestras abuelas, y lo que deberíamos preguntarnos entonces es ¿y por qué han triunfado si son, casi como yo? La respuesta es complicada porque son muchos los caminos que llegan al éxito, pero un componente esencial que normalmente las personas de éxito suelen tener es una alta autoestima. Esto quiere decir que, aún teniendo defectos como cualquier hijo de vecino, han conseguido resaltar sus aspectos positivos y sacar ventaja de la mejor versión de sí mismos que es la que presentan a los demás. Por eso a poco que ahondemos vemos sus defectos, porque realmente los tienen, porque son como nosotros.


Siempre que alguien me dice que tiene la autoestima baja yo le propongo como ejemplo a seguir a Jesulín de Ubrique. Sí, la gente se ríe, pero yo lo digo muy en serio. Cuando Jesulín decidió vivir de algo menos arriesgado que el toreo y grabó un disco, recuerdo que hasta los más antitaurinos como yo, pedimos a los dioses que volviera al ruedo. Cantar no era lo suyo, definitivamente, pero cuando los periodistas le preguntaban por sus dotes como cantante él siempre respondía con la misma frase: "vargo musho".


Tampoco hay que irse a ese extremo.  Para quererse a uno mismo es fundamental el autoconocimiento, es decir, saber de las propias virtudes y conocer también nuestras limitaciones. Un principio fundamental para alcanzar la felicidad es proponerse en la vida objetivos realistas, y por eso debemos conocernos bien (y seguramente por eso Jesulín dejó de cantar y volvió a los ruedos).

Así que ahora que pasó San Valentín, quiero daros unos consejos de psicóloga para que os queráis más a vosotros mismos, independientemente de si alguien os quiere o no:
  • Aceptar que uno puede cambiar. No hay que esperar ayuda de los dioses, o que cambien las circunstancias o los demás, el cambio a veces ha de empezar por uno mismo. Esto es especialmente indicado para las típicas personas que justifican todo con un es que yo soy así. Si eres así y no te funciona, cambia.
  • Analizar cuáles son nuestros puntos fuertes y explotarlos. En el fondo todos nos conocemos y sabemos qué es lo que mejor se nos da, hagámoslo.
  • Escuchar lo que otros dicen de nosotros mismos. A veces uno se da cuenta de sus habilidades a través de terceras personas, también es una forma de descubrir aspectos que mejorar.
  • Gratificarnos cuando algo nos sale bien. Como estamos explotando nuestros puntos fuertes y planteándonos objetivos realistas, las cosas nos van a ir bien, y está bien celebrarlo.
  • Usar autoinstrucciones positivas. Repetirnos interiormente que las cosas van a ir bien y que estamos haciendo lo correcto, puesto que muchas veces somos nuestros mayores críticos destructivos y eso es muy perjudicial. Somos la persona a la que más caso hacemos, tratémonos bien.
  • Hacer cada día algo que nos haga sentir bien. Dedicarnos aunque sea cinco minutos y disfrutar de ese momento: una canción, un rato de lectura, deporte, dibujar. Algo en solitario que nos despeje y nos facilite la introspección.
Ahí quedan los consejos para los que os queréis poco, a mí me han funcionado y ahora me caigo mejor a mí misma que hace un tiempo. Me gustaría terminar diciendo que tener una autoestima a prueba de hierro no es suficiente para lograrlo todo, pero quererse a uno mismo es el primer paso para poder mejorar cada día aprendiendo de nuestros errores y potenciando nuestras mejores capacidades. Las personas con una autoestima adecuada (tampoco hay que pasarse) suelen tener más éxito en todo lo que emprenden y al ofrecer una imagen realista de sí mismos, también caen mejor a los demás y por tanto tienen más amigos.

martes, 16 de febrero de 2016

No es país para esta gente

Aún a riesgo de que me llamen fascista, hoy me voy a poner seria. Y es que ahora resulta que las nuevas fuerzas de izquierda son tan jocosas, chistosas y mediáticas que si uno se pone serio, es fascista, si uno se preocupa por el futuro incierto de este país, es fascista, y ya si a este país lo llama uno España, ni te cuento, fascista. Y las nuevas pintadas lo dicen claro: fascistas al paredón, que toca vengarse. Hace pocos días cumplí 44 años y ya no tengo complejos, así que llamo a las cosas por su nombre, incluyendo a este país, y a mí que me llamen lo que quieran.,,

En fin, que ahora que el padre nuestro incluye la palabra coño, puedo decir que estoy hasta el padre nuestro de que se burlen de mí, de que se gasten mi dinero y de que se crean más listos que yo sólo porque han engañado a unos cuantos millones de electores. Ya lo dije en otra ocasión: el único análisis certero del resultado electoral fue que los españoles queríamos pluralidad en el Congreso y que las fuerzas políticas dialogaran. En eso quedó, en reflexión postelectoral, porque aquí no dialoga nadie. Conclusión: se están burlando de nosotros, de todos.

Obviamente yo no mandaría a nadie al paredón, ni a unos ni a otros, aunque confieso que estos días cuando termina el informativo, algunas veces me gustaría hacer con los personajes de la escena política lo que Andrés Hurtado, el protagonista de El árbol de la ciencia en la puerta de la plaza de toros...pero como mi talante es pacifista, prefiero disparar con la palabra.

España a la deriva

España sigue siendo un país a la deriva y no veo visos de que alguien tome las riendas. El partido más votado se retira del juego, por ahora, ocupado en realizar una colada donde hay más manchas que jabón, y constituyendo un claro exponente de esta deriva en la que las primeras ratas ya saltan del barco y otras se parapetan en sus aforados asientos para evadir a la justicia.

El socialista que desunió el partido
Del otro lado están los otros, los menos votados pero con más ganas. Éstos últimos son los que están salvando la cuesta de enero de los dibujantes de tiras cómicas, porque les dan mucho trabajo y además se lo facilitan sobremanera. Al protagonista de la historia, el que ahora tiene las llaves para gobernar, mejor dicho, la responsabilidad de formar gobierno, se pasa el día de despacho en despacho intentando contentar a todo el mundo pero sin asegurar nada. Me recuerda al típico pardillo del colegio que intentaba caerle bien a todos pero no conseguía que nadie compartiera con él su bocadillo: ni dentro de su propio partido cuenta con todos los apoyos que debiera.

Utopía novelada
Y luego están los nuevos ricos, perdón, nuevos votados, pero que se comportan como si llevaran en el poder toda la vida. Han hecho un documento de 98 páginas sobre las maravillas que van a hacer con este país, sin nombre, porque parece que ellos sí tienen complejos. Estos nuevos votados son ateos, como yo, pero a la hora de pedir, como dice mi padre piden más que un cura: 15 ministerios, 15!!, una vicepresidencia multifuncional, convertir el BOE en su propio blog, el CNI, la RTVE (que se pasaría a llamar RTVdep, de este país), el CIS y un largo etcétera. A cambio nos garantizan lo imposible. Iba a decir que estoy deseando verlo, pero la verdad es que no: me asusta que el líder de un partido que se define como asambleario y populista se proponga a sí mismo con tantísimo poder.

De los demás partidos ya casi ni se habla, cuando de repente el CIS (se ve que aún no está manipulado), publica una encuesta de valoración de líderes y resulta que al que más queremos es al menos votado, ¿qué estamos haciendo mal?

En fin, que mientras seguimos siendo el hazmerreír de Europa: un país retrógrado y machista, que no tiene una ley de educación coherente ni continua, que trabaja todo el día y no concilia la vida familiar y laboral, que no controla su gasto ni su caja B, que vive de subvenciones y todas esas cosas que piensan de nosotros los europeos más avanzados del norte, ésos que lideran los índices de suicidios por habitante pero gobiernan con más inteligencia y civismo.

Pues bien, pido lo imposible: quiero ser feliz y tener un país con gobierno inteligente, y para todos de verdad, para todos los que el 20D nos molestamos en ir a las urnas y decir lo que queríamos. Quiero un gobierno plural, responsable, con miras de futuro, comprometido, honesto y que se preocupe por las cosas que de verdad importan: la educación, la sanidad, las relaciones con el exterior, la economía, el trabajo. Y como de todos los habitantes del hemiciclo no se me ocurre ninguno que pueda llevar esto a cabo, propongo como presidente a Diego, el bebé de Carolina Bescansa, que pese a su genética, todavía está en edad de ser honesto.

Diego for president





sábado, 13 de febrero de 2016

No me digas "ven", o sí...

Mi libro de texto de Psicología Social definía el amor como una de las drogas más adictivas, despersonalizantes y nocivas que existen. La combinación de sustancias adictivas endógenas que se genera durante las distintas etapas de enamoramiento, encabezada por los tres neurotransmisores "estrella" del placer, llena de felicidad a muchos afortunados y de frustración a aquéllos que no son correspondidos.

Al margen de mi ya confesa adicción al café y de alguna que otra cerveza, siempre he rechazado el consumo de drogas, he preferido vivir la realidad tal como viene, o eso creía yo, hasta que el libro de Psicología Social me hizo salir de mi error, siendo tan enamoradiza como soy, lo cual me convierte en una drogadicta de primer orden.


¿Por qué nos interesa tanto el amor y por qué nos crea adicción? Neurológicamente hablando, porque la dopamina nos hace sentir capaces de todo, dormir menos horas manteniéndonos en estado de alerta, ser más sociables y ocurrentes, más positivos y más seguros de nosotros mismos. La serotonina nos hace minimizar nuestros errores, relajarnos, facilita la resolución de problemas y trivializa los estresores cotidianos. Por último, pero no menos importante, la oxitocina es, entre otras cosas, inhibidora de las hormonas que responden al estrés, por tanto nos ayuda a relajarnos hasta el punto de peligro (lo que comúnmente se llama "atontao" por el enamoramiento,en mi pue blo, "ennortao") y por sus efectos sobre la zona genital, hace que sean más duraderos nuestros orgasmos, especialmente en las mujeres. ¿Quién puede resistirse a sustancias así, y lo mejor de todo, gratis?

Como dicen en mi pueblo, "ennortao"
Es decir el amor nos convierte en una especie de superhéroes capaces de todo, creativos y de constante buen humor, todo parece estupendo, excepto porque esa maravillosa persona no somos nosotros, porque por amor hacemos y nos comportamos como seres que nunca hemos sido, es decir, porque como en cualquier otro tipo de adicción, perdemos la libertad. No conozco a nadie que no haya hecho locuras y estupideces por amor, y de darse el caso lo compadecería.

Lo paradójico del tema es que cuando estamos viviendo nuestra dopaminérgica versión de nosotros mismos, es justo cuando menos nosotros somos y más el otro. Y como el amor es química y los neurotransmisores también, sus efectos son pasajeros, resultando que cuando transcurren nos tenemos que enfrentar a la terrible realidad: cómo es realmente el otro y si nos acepta tal y como somos nosotros.


Pero mientras tanto, habremos disfrutado sin igual de una serie increible de experiencias, experimentado emociones únicas, reído y llorado por igual, descubierto nuestra faceta más poética y creativa y, con suerte, vivido una etapa de plenitud sexual. Todo eso implica estar enamorado.

¿Deberíamos pretender vivir esto una y otra vez o es más aconsejable sustituirlo por el cariño, la comprensión y la complicidad que constituyen justo la etapa posterior del enamoramiento pasional? ¿Son compatibles ambas cosas? ¿Uno sólo se enamora una vez? No corresponde a los psicólogos dar respuesta a estas preguntas, sino estudiar las respuestas de los distintos individuos, o grupos, porque a veces la expresión del amor está mediada por el grupo social de pertenencia. Sólo diré que después de ver Palmeras en la nieve, película que yo definiría como "hermosamente triste", la conclusión a la que llegué es que los únicos amores que duran toda la vida son los amores imposibles.


Amores imposibles

Obviamente lo razonable sería no enamorarse,no arriesgarse a dejarlo todo, como dice el bolero Si tú me dices ven. De hecho, muchas religiones y filosofías predican la paz a través de la ausencia de emociones, qué pena me dan. Además, está el hecho de que uno no siempre es correspondido, como dice mi devocionado José Sacristán en Un lugar en el mundo, "Dicen que lo importante es amar y no que te amen, los que dicen eso son unos gilipollas".

En fin, que ahora que San Valentín amenaza con salvar la cuesta de enero a muchos comercios, se hace necesario advertir de los riesgos y las amenazas del amor: convertirse en adicto, negarse a uno mismo, hacer estupideces, ser insoportable para los amigos, perder la capacidad de raciocinio...pero como dice una de mis coplas favoritas, "es más vergonzoso no saber amar".

Como conclusión yo diría que si por conocer todos los riesgos eres capaz de controlarlo, entonces es que no es amor.Os dejo una canción de Axel que viene muy a cuento, interpretada a dúo con Vanesa Martín, una malagueña con personalidad, no sólo en su voz, sino toda su música.

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jueves, 4 de febrero de 2016

Dime cómo conduces y té diré qué padeces

Casi siempre que digo que soy psicóloga la gente me mira como si pudiera leer la mente. Otros como si con observarlos pudiera adivinar cómo es su sexualidad. Por si alguno de los que lee esto es de uno de estos grupos, aclararé que no, los psicólogos no leemos la mente, aunque eso facilitaría mucho nuestro trabajo, pero también haría nuestra vida muy aburrida: a mí me encanta que la gente me sorprenda. Lo que sí hago muchas veces es un análisis psicológico del quehacer cotidiano de ciertas personas, pero sólo para divertirme, o a veces para tratar de entenderlos mejor. Hoy voy a compartir mi particular visión de cómo refleja cada sujeto sus debilidades psicológicas a la hora de conducir.



Una de las primeras cosas que se aprende al estudiar Psicología es que la línea entre la salud psíquica y la patología es fina, y está delimitada por el grado de afectación que tiene el sujeto en su vida diaria, personal, familiar, laboral y social. Esto quiere decir que todos tenemos síntomas de los distintos trastornos e incluso podemos experimentarlos con mayor o menor intensidad a lo largo de nuestras vidas, sin llegar a padecer la patología en sí. Basándome en estos síntomas voy a hacer una parodia con el objetivo de que hacernos conscientes de que todos compartimos síntomas, nos haga ser más respetuosos con las personas que por la magnitud de los mismos llegan a padecer un trastorno mental.
  • Si  tratas de controlar metódicamente cada parámetro del vehículo, cualquier piloto de alarma, incluso lo más irrelevante, como el líquido de limpiaparabrisas, te pone nerviosísimo,  haces listas mentales de los posibles fallos y sus soluciones y siempre llegas tarde porque vuelves al aparcamiento varias veces para comprobar que están cerradas todas las puertas, tienes síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo.
  • Si  conduces como si estuvieras en un vídeo juego,  tu mente organiza adelantamientos de vértigo porque no soportas ir detrás de otro vehículo, independientemente de la velocidad a la que vaya, te diviertes colándote en los atascos y aparcas como si estuvieras en una partida de Tetris, tienes síntomas de ludopatía, el trastorno de adicción al juego.
  • Si tu forma de conducir es desafiante, vertiginosa, temeraria, si cuando conduces vives otra realidad en la que te sientes por encima del bien y del mal, como si un escudo protector velara  por tu integridad, tienes síntomas del trastorno por adicción a sustancias.
  • Si conduces como si fueras el protagonista de una campaña de tráfico, si cada vez que oyes hablar de un accidente piensas que te puede pasar a ti, si aún guardas secuelas de aquella vez en la que atropellaste a un conejito imprudente, si las maniobras de aparcamiento con el volante irritan tu piel a pesar de la dirección asistida, tienes síntomas de hipocondría.
  • Si piensas que los demás conductores son malos por naturaleza, tienes pensamientos recurrentes sobre la muerte cuando vas al volante o conduces en estado de alerta porque crees que estadísticamente es más que probable tener un accidente de tráfico a lo largo de la vida y estás esperando "que llegue tu hora", tienes síntomas de un trastorno depresivo.
  • Si cuando conduces sientes el deseo irrefrenable de parar porque crees que tu cuerpo está cubierto por insectos que caminan bajo tu piel, tienes síntomas de una alucinación táctil llamada formicación, vamos, que eres un formicador, lee bien y no te hagas ilusiones.
  • Si cuando conduces piensas que los demás van contra ti, que conspiran para que "parezca un accidente", que tienen razones secretas para interponerse en tu camino, tienes síntomas del trastorno delirante.
  • Si cuando conduces hay una voz que continuamente te indica lo que debes hacer o te advierte de peligros, si hablas con un copiloto imaginario, tienes síntomas del trastorno disociativo, comúnmente llamado personalidad múltiple.
  • Si mientras conduces sientes sensación de ahogo, calor, sudoración y aprovechas para rememorar esas situaciones diarias que te provocan mayor estrés, si piensas en tu suegra reiteradamente,  tienes síntomas de un trastorno de ansiedad.

  • Si en algunos momentos de la conducción estallas en ira y sueltas improperios de todo tipo, llegando a desear cosas terribles a otros conductores e imaginando conductas sádicas y violentas con ellos, tienes síntomas de un trastorno explosivo intermitente.
  • Si tu coche es como un supermercado en la sección de alimentación y no puedes parar de comer mientras conduces, si has aprendido hasta a desenvolver comida con los dientes y conducir con una sola mano, tienes síntomas de bulimia, un trastorno de la alimentación.
  • Si sientes la necesidad de hacer extravagancias mientras conduces y te gusta grabarlas y publicarlas en las redes sociales, no eres un exhibicionista, tan sólo un imbécil que está poniendo en peligro su vida y la de los demás, para eso no hay terapia....
Me gustaría terminar con una serie de recomendaciones sobre cosas que no se deben hacer o sí, en el coche, desde el punto de vista psicológico, porque influyen en nuestra conducción. Desgraciadamente pasamos mucho tiempo en el coche y la mayor parte de él a solas, por lo que deberíamos plantearnos que es un tiempo precioso para dedicarnos a nosotros mismos, para cuidarnos espiritualmente y hacer cosas que nos ayuden a estar mejor y afrontar el día de una forma más efectiva. Algunas de estas cosas beneficiosas para el espíritu son sencillas pero hay que esforzarse y buscar un momento para hacerlas, el coche es ideal:
  • Cantar, porque está demostrado que la música estimula nuestra parte más creativa y nos relaja. La música hace que salga a flote esa mejor versión de nosotros mismos que tantas veces buscamos.
  • Recordar cosas positivas, porque la inteligencia emocional incluye nuestra memoria y nos va a generar un estado positivo que nos durará, al menos hasta que un indeseable nos lo estropee...
  • Buscar soluciones a problemas cotidianos, intentando ser resolutivo y creativo, sin la presión de tener que atender al móvil o a otras personas.
  • Darnos autoinstrucciones y autopiropos: hoy te va a salir todo bien, qué guapo estás hoy.
  • Hacer planes que nos gusten, aunque luego no siempre se cumplan.


Cosas que bajo ningún concepto se deben hacer en el coche son todas aquéllas que nos suponen una carga emocional negativa, puesto que somos animales de conducta y acabaremos asociando el coche con esa serie de actitudes erróneas:
  • Llorar pensando que nadie nos ve, garantiza desahogo inmediato, pero dolor de cabeza e irritación ocular todo el día, además de dificultar la conducción.
  • Rumiar, insistir de manera obsesiva en un pensamiento que con frecuencia nos hace daño (mi jefe me detesta, no voy a curarme de esta enfermedad...), bueno esto es algo que no se debería hacer en ningún sitio, pero menos en el coche.
  • Discutir, porque altera negativamente nuestra percepción de la realidad, incluida la realidad al volante.
  • Desahogarse con los demás viajeros del coche por los debacles y sinsabores del tráfico, en primer lugar porque los demás no tienen la culpa y en segundo porque acaba convirtiendo al coche en el lugar del conflicto diario, puesto que todos los días hay situaciones irritantes en el tráfico.


Os preguntaréis cómo conduzco yo, por supuesto tenéis derecho a saberlo. Los días buenos conduzco como una psicópata (inalterable, sin dejarme arrastrar por emociones de ningún tipo), los días malos como una ludópata y el resto como una drogadicta, que para eso soy cafeinómana, a mucha honra.